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lunes

CRONICA TRAVESIA BENIDOTER por Pablo

Buenos días por la mañana!!

               En primer lugar dar la enhorabuena a Serafín que ha sido padre por tercera vez y esta vez de una niña!!!! Marina se va a llamar, nombre relacionado con el agua (como el padre) y del mar que me viene al pelo para contar lo acontecido por Benidoter… por cierto dale un besete a Merce y cogemos el teléfono marica.
              
               No sé bien como empezar a contar la travesía de Benidorm, la prueba se resume rápido, te levantas pronto, desayunas, te subes en un barco, te lleva al peñón o isla de en frente de la playa el barco, se va el barco y allí te las apañes para llegar a la paella que has reservado para las 15h en el chiringuito… pero es mucho más, es la sensación de lejanía, es la situación de hacer 2 millas náuticas desde lo hondo hasta la playa y el saberte capaz de lograrlo… yo a todo esto le uno que de pequeño he veraneado siempre allí y siempre me decía  “¿allí se podrá ir nadando?”
               Pues bien, si que se puede hacer, ahora con 30 añitos, una gafas, un bañador y un gorro y con la compañía de Adolf, Oscar, el gran Sergio y otros 300 nadadores más, además de nuestra gran animadora Pilar, que nos esperaba desde la orilla, se puede hacer… desde Madrid ya nos habían informado que podría haber mar de fondo, pero una vez que el barco cogió rumbo se veía claro, se movía bastante, tirando a mucho, pudimos ver las dos boyas que la organización habían puesto para los 3.8km y sobre todo le hicimos caso a Sera que nos dijo “cuando vayáis en el barco mirar edificio de referencia alto, detrás de la meta y os sirve de boya” dicho y hecho, lo malo es que otra cosa no, pero Benidorm edificios altos tiene “¿y cuál elegimos?” “pues ese de la derecha o ese de allí, bueno mejor ese…” así que nada entre tanto llegamos a la isla. Mi cara no era de felicidad durante el viaje porque estaba un poco mareado, Sergio me decía, “me tienes que transmitir tranquilidad”, pero tenía el estomago como una batidora, lo bueno es que tenia muchísima ilusión de intentarlo, nos bajamos, nos hicieron lanzarnos al agua y una vez que nos tuvieron en línea más o menos, nos dieron la salida… fue una de las cosas más espectaculares, el agua estaba clarísima, se veía perfectamente el fondo, los peces y las piernecitas de todos haciendo la rana para no hundirse, Benidoter y todos los rascacielos de frente,fue una vista impresionante…al final bocinazo y a nadar, nos dimos todos la mano, nos deseamos suerte y adelante hombre del seiscientos… al principio muchos nervios y  muchas leches, cosa que no entenderé nunca, si teníamos casi una hora de nado, porque cojones nos pegamos… al final cogí sitio en un grupo de unos 30 que nos fuimos estirando hasta quedarnos en línea, me quedé en mitad de todos y aquí empezó la odisea, entre tanto sube baja del agua, brazos por el horizonte, burbujas y demás, me estaba mareando muchísimo y supongo que no llevaría ni 400m, así que me puse a la derecha de todos ellos y fui abriendo agua, alguien vino a mis pies porque me iba dando, pero bueno lo importante era coger un dirección y una frecuencia, pero el sube y baja del mar me estaba creando mucho mal cuerpo, sobre todo era la sensación de estar horizontal, bajar un metro, subir otro, ver el sol por aquí, una piragua por allí, jode para un día que no bebo las cosas que veo y lo mal que me sientan… así que a nadar, cogí un ritmo cómodo, no quería forzar, nunca había nadado tanto, así que cuando llevaba un trecho asomaba la cabeza, miraba mi rascacielos de referencia y a seguir hacía delante… la sensación era de no llegar nunca, siempre estaba a la misma distancia, lo bueno era mirar para atrás, porque la isla si que se alejaba… entre tanto me fui quedando solo, las boyas o se las trago el mar o el primero se las llevo, porque no vi ninguna… lo bueno es que te da tiempo a pensar de todo, en que poner en la crónica, en lo orgulloso que estaría mi padre si me viera o en como les iría a Sergio, Osquitar y Adolf, también en si Angel iría el primero o en los comentarios que haría Elena si terminara la travesía… pues en esas estaría por el km3, todo bien, iba muy despacio para no ahogarme y decidí mirar a mi alrededor… bueno ni Peter, pero ni Peter es, ni Peter, nadie delante, nadie al lado, nadie detrás, no había barcas, ni piraguas, ni el del mazo, vamos que la sensación de agobio fue cojonuda, en mitad del Mediterraneo, con olas por todos los lados que no me dejaban ver bien, yo parado y sin gente por ningún lado, manda huevos… así que me dije, “volver no puedo volver, así que tira para delante, que esto de nadar no se te da mal”, ahora la sensación era de no moverme del sitio, ya veía la costa, pero no veía mejora, además de sentirme solo, desorientado y con el estomago del revés… pero al final miré el arco de meta, iba bastante desviado, cuando no lo puedo decir, pero un poco más y me voy a otra playa, por allí nos empezamos a juntar más nadadores y la verdad es que una alegría muy grande… ya me enfilé hacia la meta y por fin llegué, tiempo total 54´, no puedo expresar la alegría, hacia mucho no me emocionaba al terminar una prueba, el tiempo es lo de menos, pero saberme capaz de llegar desde la isla a la playa es complicado de explicar, la lagrimilla no apareció de milagro, que ilusión más grande… por allí buscaba a Pilar que sabía que nos estaba esperando, aunque sabía que Sergio estaba al caer, así que me quede a esperarle como una novia fiel y allí nos dimos un abrazo y después de unos cuantos saltos de alegría, le iban dando gracias su compañeros de grupeta por tirar de ellos durante la travesía… el maquina se hizo la travesía en 57´ y llevando a un grupo… por esas nos encontramos a Pilar que nos felicito y nosotros agradecimos que estuviera para recibirnos, que siempre es un estimulo… entre tanto seguía llegando gente y a la 1h 10´pammm llegó Oscar, con una cara de felicidad y una sonrisa que era toda una expresión de alegría e ilusión, más abrazos y besos y 3 minutos más tardes llego Adolf, espectacular igualmente exultante de alegría… además de conseguir el reto con una marca increíble.
               Lo bueno de este tipo de aventuras y de retos es la satisfacción de hacerlo, al margen de tiempos y sensaciones, la experiencia es lo que queda y el estar en la orilla y decir, “coño he venido nadando desde allí, que grande”…

               Bueno chavales, el año que viene tenemos un reto en la bandeja servido y de verdad que es impresionante… besos a las niñas y perdonar si ha sido muy larga la cronica, pero a mi se me hizo más largo nadando y salí sonriendo, jejejejejeje….
 

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